gas: pro forma, property agent, property value, Have property prior to you listing it as available on the market, potential buyers, real estate investing Saranda, Albania — Ubicado en la esquina este remoto del Adriático, donde se une con el mar Jónico, es un tramo de 125 kilómetros de frente de playa de bienes raíces a diferencia de la mayoría de los otros en el mundo. Esta ventaja de la poco conocida de Europa se llama Riviera albanesa. Se diferencia claramente de sus homólogos, las costas francesas e italianas, por su coste – una semana allí podría darle apenas unas horas en su snazzier, snootier homónimos.
Es cierto que hay otros frentes de playa de vacaciones a lo largo de las brillantes aguas azules del Adriático: la costa dálmata cada vez más popular de Croacia, por ejemplo. Pero pocos visitantes descubrir la belleza y la simplicidad de Albania, que en un tiempo fue más thuggish gulag comunista de Europa, pero ahora es el aliado más servil dedicado de Estados Unidos en el continente.
Mientras que el paisaje costero albanés es bastante extraordinario, por encima de todo el área es barato – fácilmente una décima parte del costo de sus homólogos francés e italiano y la mitad del costo de la costa de Croacia.
Mariscos, capturado esa misma mañana, se sirve en los cafés frente a la playa y la parrilla a la perfección ante sus ojos por menos de $8 por persona. Frutas y verduras frescas, crecido en los campos de borde de la carretera, están a la venta en los puestos para los peniques. En las colinas detrás de los encantadores pueblos costeros pequeños son pueblos que datan de la época griega y romana.
Mi esposa, Pamela, y comienzo de nuestro viaje por el norte de la capital, Tirana, a una hora en coche al este de Durrës «s y trabajar nuestro camino por la costa. Durrës «s es efectivamente Marsella de Albania, un recipiente próspero puerto comercial. Barcos se han aterrizando aquí por lo menos desde el siglo VII aC. La huella romana sigue siendo visible en un mini-coliseo construido para entretener a los antiguos colonizadores. El Amfiteatri, en apenas un tercio del tamaño del Coliseo de Roma, es una réplica de tamaño de bolsillo descubierto sólo en 1966. Hoy, apartamentos modernos rodean.
Pamela se precipita hacia abajo en las grutas, conmigo a cuestas, llegar a una serie de “salas verdes” de los gladiadores romanos, que podía ver a través de ventanas cortadas pequeñas para arriba en la arena donde habían poco emergen antes 15,000 aplausos, los fans sedientos de sangre. Es una experiencia escalofriante en más de un sentido, y un alivio del calor de 80 grados por encima del suelo.
Una vez que nos vamos de la ciudad hacia el sur, conseguimos nuestra primera experiencia real de la costa y su playa. Mucho como Niza o alguna otra ciudades Riviera, hay tramos en los nuevos apartamentos dan al mar (e ir por menos de $100,000). Están llenas de playas de arena y guijarros.
A la izquierda, detectamos la primera de miles de pequeñas cúpulas, fortines concretos establecidos en las colinas. Son uno de los pocos legados visibles de Enver Hoxha, el dictador comunista paranoica, que había contado con ellos para repeler invasiones del mar que él veía como inminente. Otros legados similares permanecen. Integradas en las colinas rocosas que bordean la pequeña ensenada de Porto Palermo a mitad de camino por la costa son dos túneles profundos – refugios seguros para la flota de submarinos de Albania.
Hacemos noche en la ciudad de Vlora, punto medio de la costa y registro en el hotel Vlora International. A pesar de sus balcones con vistas al Adriático, justo en frente de él que espiar una joya chaleco de bolsillo recién renovado, Bolonia (para la tercera el precio), que se acaba de aceptar a sus primeros huéspedes y desde cuya terraza podemos dar un paso a la derecha en la orilla del mar. Así que esa noche, cenamos en la playa de Bolonia cafà ©. Salimos de nuestra elección de platos – lo que ha sido capturado por la tarde – al camarero de habla Inglés joven, una de las puntuaciones de los estudiantes universitarios deseosos de probar el texto sobre “real” Americanos. No estamos decepcionados. Mientras observamos dos viejos hombres del carrete en la cena de la playa en frente de nosotros, Aparece plato tras plato – carpaccio de pulpo en rodajas finas marinado en aceite de oliva nativa, un enorme plato de mejillones al vapor frescos y un plato de toda la gallineta a la parrilla que fácilmente nos filete.
El marisco es sin duda el alimento de elección, y al día siguiente, mientras trabajamos nuestro camino por la costa hacia el sur de anclaje de la Riviera en Saranda, volamos pasadas pequeños cafés frente al mar intercalados con playas llenas de hamacas y sombrillas de colores – todo bien vacío en los primeros días de verano. Estamos ansiosos por llegar a Saranda ya que una media hora fuera de la ciudad es el sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO de Butrint, cuya impecablemente conservados o restaurados restos abarcan más de 2,500 años. Más allá de la hilera de olivos y una torre de vigilancia del siglo 16, construido por los venecianos, quien entonces gobernaba el Adriático, para protegerse de los ataques otomanos, tropezamos en una B.C tercio del siglo. Teatro griego. Las espirales de la ciudad hacia el exterior a partir de ahí, ya que pasó a manos de los romanos, quien construyó casas de baños y villas de cuatro siglos después. Nos encontramos en lo que habría sido el centro del escenario del teatro, mi esposa, la actriz mirando con asombro a lo que podría haber sido un público agradecido.
Esa tarde, back in Saranda, tropezamos en otro sitio antiguo – Mosaica, un complejo de la sinagoga del siglo quinto que una vez fue el centro de una próspera comunidad judía, incluyendo una Yeshiva. A partir de ahí, es un corto paseo hasta el paseo marítimo de hormigón de árboles de palma de puntos que serpentea a lo largo de la playa, llena de toldos amarillos y deliciosos cafés.
Volvemos a Tirana a través de las montañas del interior, parando en Gjirokastra, otro sitio de Patrimonio Mundial de la UNESCO, cuya piedra sorprendentes casas datan 200 años. Partimos de la colina ciudadela. Como Empujamos nuestras cabezas en las antiguas celdas de la cárcel de piedra, utilizado más recientemente por la policía secreta comunista de Hoxha, tropezamos con una mujer estadounidense de origen albanés, cuyo propio padre había sido encarcelado aquí durante casi cuatro décadas por ser una amenaza para el Estado. Juntos damos un paseo por el castillo, emergiendo finalmente en un pequeño montículo de hierba en el casco de la Segunda Guerra Mundial-vintage avión de entrenamiento American World está descansando. Un avión espía estadounidense derribado por la fuerza aérea albanesa fue la historia en el momento. La verdad es más prosaica: se desarrolló problemas en el motor, se vio obligado a aterrizar en un aeródromo cercano, luego fue capturado y el piloto suelta rápidamente.
Título “casa,” nos encontramos con algunos caminos realmente difíciles en el proceso de reconstrucción o que necesitan desesperadamente trabajo. Así que hay dos opciones para los visitantes. Espere unos pocos años hasta que es liso navegando de extremo a extremo con precios acordes. O visitar ahora, cuando todavía hay joyas por descubrir de una canción.
Si usted va
Como llegar: Usted puede volar a la capital, Tirana, y alquilar un coche (hay trenes y autobuses, pero son dolorosamente lento). Avisos, Hertz y Eurocar todos operan allí. También puede volar a la isla griega de Corfú y tomar un ferry hidroplano a Saranda (un viaje de 30 minutos) que, dependiendo de la época del año, va desde $25 a $40 por trayecto. También hay transbordadores que tienen automóviles y pasajeros de Brindisi, Italia, Este Vlora, aunque de ida y vuelta por el coche cuesta más de $400, en comparación con apenas $100 para un pasajero, por lo que es mejor alquilar el coche en el lado albanés.
La mayoría de los pueblos costeros son lo suficientemente compacto que se puede caminar fácilmente de un extremo a otro, pero los taxis también están disponibles y un viaje de la ciudad por la costa hasta una playa bistro es menor que $10. Asegúrese de tener billetes pequeños ya que pocos pueden cambiar billetes grandes.
Dónde alojarse: Si te vas a quedar por una semana o más, es posible que desee hacer su base en uno de los cientos de apartamentos que dan al mar Adriático. Empresas como alquilar casas de vacaciones tienen apartamentos que van desde $30 un día a $900 una semana dependiendo del tamaño y la temporada, con descuentos de hasta 25% por varias semanas en temporada baja. Para los hoteles, probar el Vlora International, donde una habitación doble con vista al mar oscila entre $80 to $120. La más pequeña, recientemente renovado Hotel Bologna es la mitad del precio. Para una verdadera ganga, probar el Hotel Paradise Beach, 10 millas al sur de Vlora, para de $27 to $55 a night. Cercano, El Sunny Beach Hotel, una sala de estar con nevera que duerme cuatro es $80 en temporada alta ($20 en temporada baja) por día, o $33 un día si se reserva por el mes. Es difícil reservar en un avance sino sólo a los mejores hoteles, ya que muchos no tienen un sitio web. Pero todos son de gestión familiar y si no se puede acomodar, van a inclinarse hacia atrás para encontrar un lugar agradable cerca. In Sarada, Hotel Butrinti, en $90 to una nochenight, está al otro lado de la carretera de la playa y algunos encantadores cafés junto a la playa. Está a poca distancia a pie del centro de la ciudad y tiene una magnífica vista a la bahía de Corfú desde los balcones en la mayoría de sus habitaciones, que son pequeñas.
Donde comer: Casi cualquier lugar a lo largo de una playa tiene pescados y mariscos recién capturados. En la mayor parte, mantenerse alejado de los hoteles comedores que son caros con servicio irregular. La excepción es la maravillosa playa cafà © del Hotel Bologna en Vlora, donde pescados y mariscos frescos está a la orden del día. Acerca de 12 kilómetros por la carretera de la costa de Vlora es el restaurante Ibiza, donde un plato de calamares, pulpo, almejas, mejillones y tomates frescos siguieron con helado casero de canela con costos fresas frescas sobre $25 para tres. En lo alto de una colina con vistas a Saranda y su puerto es el castillo del siglo 16 de La «Kura« si con un maravilloso bar / restaurante, donde durante el servicio en temporada alta es en la amplia terraza con vistas al campo y al mar Adriático muy por debajo. Allí podrá disfrutar del marisco y carne a la parrilla para $10-$15 una persona. La influencia italiana en la región es muy clara y hay pizzerías arriba y abajo de la costa. Elija uno en la playa con vistas a una hermosa vista del mar Adriático, como el Pizzeria Limani frente al Butrinti Hotel. Finas corteza con ingredientes frescos va por menos de $10 de un enorme pastel que tiene dos o tres apetitos saludables.
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